Paz Milet – La espera de Chile y Perú

13 noviembre 2013

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Por: Paz Milet – Miembro de la Junta Directiva de CRIES

Chile y Perú están en espera de una decisión que sin duda constituirá un hito en la relación bilateral.

El fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya respecto al límite marítimo entre ambos países, es un hecho fundamental en una vinculación marcada por permanentes acercamientos y distanciamientos. Una relación caracterizada por dos agendas, una la comercial-que fluye sin mayores contratiempos- y una agenda histórica permanentemente rezagada  y condicionada por la herencia de un conflicto de hace más un siglo, la Guerra del Pacífico.

Es esta última agenda la que una vez más ha reflotado con la demanda de Perú ante la Haya, la que nos ha recordado que para la parte vencida hay una serie de elementos que no permiten dar por finalizado el post conflicto y que aún existen una serie de desafíos en la relación bilateral y en la construcción del post la Haya.

¿Cómo se puede realizar este proceso?

Primero, entendiendo que más allá del resultado de la demanda,  que en estos momentos depende de un tercero- se seguirá siendo países vecinos, con una amplia y fecunda agenda. Los hechos hablan por sí solos. La amplia inversión bilateral, la migración de ciudadanos peruanos hacia Chile, el fluido intercambio en zonas fronterizas, la cooperación en instancias regionales.

Segundo, trabajando entre las dos partes la reacción frente al fallo. Es importante no sobrerreacionar y  respetar  al que puede salir más afectado por la decisión. Sobretodo en zonas de mayor interacción como pueden ser las zonas fronterizas.

Tercero,  tener consideración por la población más sensible, por ejemplo, los migrantes peruanos y por el momento político de cada país. Si el fallo se da a conocer en enero- como se ha planteado a través de diversos medios de comunicación- en Chile existirían dos gobiernos. El en ejercicio y el electo, que deben manifestarse y reaccionar frente a este tema. Aunque este caso se ha asumido como una política de Estado, con participación transversal.

Cuarto, trabajar en el establecimiento de una agenda de futuro.  Dentro de esta se puede considerar:

a)      La generación conjunta de textos escolares y la capacitación de docentes, entendiendo que un gran desafío para superar las diferencias enraizadas a nivel cultural, es transmitir a los jóvenes la noción de una buena vecindad y los beneficios que se pueden obtener de esta.

b)      En la misma línea que la propuesta anterior, por ejemplo, se podrían crear oficinas de la juventud binacionales, destinadas a promover el intercambio de estudiantes y profesores de uno y otro país.

c)       En el área comercial, se podría trabajar en la facilitación del comercio y en la actuación conjunta para acceder en mejores condicione a mercados mayores. Aplicar la noción de países complementarios, más que la de naciones rivales o competidores, como habitualmente ha sido en el caso de Chile y Perú.

d)      Un área fundamental de abordar en esta mirada de futuro, es la migración. Las actuales leyes no son efectivas para  responder a las actuales condiciones. Es necesario asumir la noción de interculturalidad  y el hecho de que hay una segunda generación de migrantes, que ya cuentan con la ciudadanía chilena.

e)      La energía presenta algunas de las mayores potencialidades de cooperación. Desde esta perspectiva es vital promover alianzas público privadas a nivel bilateral, para desarrollar infraestructura de calidad para la industria asociada a tecnologías limpias. Así como para avanzar hacia una mayor diversificación de la matriz energética.

f)        En el área de la seguridad y la defensa hay también mucho camino por recorrer. Posibles iniciativas son por ejemplo la difusión de los logros alcanzados en el ámbito de las medidas de confianza mutua  e intercambiar experiencia en la lucha contra las nuevas amenazas internacionales.

En esta línea también se podría trabajar en acciones conjuntas para las operaciones de paz y para la reacción frente a desastres naturales.

g)      Los recursos hídricos pueden constituir también un tema fundamental. El agua es un elemento escaso y de gran importancia sobretodo para las regiones fronterizas, en torno al cual se podría desarrollar un trabajo conjunto.

 

No obstante, ninguna de estas medidas específicas tendrá éxito, sino se trabaja en ámbitos como la participación ciudadana de las regiones extremas, que son precisamente las fronterizas entre ambos países y no se genera una real diplomacia ciudadana. En la que diversos actores no gubernamentales, participen en la generación de canales de diálogo, para vencer la desconfianza y construir una relación de calidad.

Sin duda un elemento vital en la relación chileno- peruana es el desconocimiento del otro y el establecimiento de una serie de imágenes a lo largo de la historia, que son factores limitantes de un mayor acercamiento y que impiden superar la herencia histórica. Mientras para algunos sectores peruanos Chile es un país expansionista, que no tiene entre sus prioridades una buena vinculación con sus vecinos; un porcentaje de la población chilena ve con resquemor la masiva llegada de migrantes peruanos y los requerimientos planteados por los peruanos en generales.

 

En síntesis, la superación del fallo de la Haya, el aprovechamiento positivo de éste en la perspectiva de la construcción de una mejor relación bilateral, dependerá  no sólo de los gobiernos sino de los distintos actores sociales y de cómo estos construyan la agenda de futuro.