Discurso de Inauguración de la Vice-Presidenta de Panamá, Sra. Isabel de Saint Malo de Alvarado – Camino a la VII Cumbre de las Américas

6 abril 2015

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VII CUMBRE DE LAS AMÉRICAS FORO de CRIES
“El Hemisferio ante un entorno global cambiante y la reconfiguración regional”
6 de abril de 2015
Discurso inaugural de la Vicepresidente y Ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Isabel de Saint Malo de Alvarado

Señor Andrés Serbín, Presidente de CRIES

Amigas y amigos

Quisiera agradecer a CRIES y a las instituciones académicas asociadas en la organización de este Foro, y al Gobierno de Noruega, la Fundación Ford y la Fundación Open Society, por su auspicio del mismo.

Con la organización de este espacio de debate en el marco de la VII Cumbre de las Américas, ustedes contribuyen a la profundización del conocimiento y el debate de ideas que para Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales que Panamá, como país anfitrión de la cumbre, es muy importante.

Entre las diversas actividades de CRIES ha estado, desde hace varios años, el mantenimiento de un diálogo académico que ha involucrado a profesores e investigadores de Estados Unidos y América Latina, incluyendo a Cuba. Aunque no sea el caso intentar establecer una relación de causalidad directa e inmediata entre esos diálogos y las decisiones políticas recientes, que los gobiernos de Cuba y Estados Unidos han anunciado para avanzar en un nuevo enfoque de sus relaciones, no cabe duda que siempre hay un puente entre las ideas y propuestas que anticipan el futuro, y la realidad que progresivamente convierte en presente el futuro anticipado.

Las investigaciones de CRIES y sus instituciones asociadas dan cuenta de lo que llaman una “fragmentada, compleja y cambiante cartografía del continente”, a propósito del activismo multilateral hemisférico, regional y subregional.

Ese activismo multilateral no es particular de nuestro continente. Lo observamos en todo el planeta y se da a partir de diferentes vecindades -culturales, geográficas, económicas, ideológicas, religiosas, históricas- e incluso entre países que hasta hace poco estuvieron desgarrados en medio de grandes conflictos. La construcción institucional multilateral más importante del siglo XX, después de la Organización de Naciones Unidas, posiblemente sea la Unión Europea entre países que fueron capaces de sobreponerse a dos guerras mundiales y a una historia de enormes conflictos y diferencias.

El activismo multilateral de nuestro continente, que incluso tiene instancias de articulación con otros hemisferios, y es vinculante en unos casos, y en otros solamente de coordinación, concertación, consulta y diálogo, es expresión de diferentes realidades: la pluralidad y diversidad política; las vecindades geográficas y económicas, la historia y la cultura, y las fuerzas de la globalización.

Esas diferentes realidades dan cuenta, como ocurre en otros continentes, que cada país puede tener múltiples pertenencias multilaterales, lo que conduce a notables traslapes entre las diferentes formaciones multilaterales. Es parte esencial de la política exterior de Panamá enfatizar los traslapes en cuanto a objetivos, planteamientos y mecanismos, entre las diferentes pertenencias multilaterales, y reducir al máximo lo que separa y divide a nuestros países.

En el marco de la organización de la VII Cumbre de Las Américas, en reiteradas ocasiones hemos escrito y vocalizado que nuestro país tiene una vocación geográfica de puente, en el continente y el mundo; y poco a poco, desde la colonia española esa vocación geográfica se fue materializando en tránsito de mercaderías y personas, y en la progresiva afirmación de una diversidad cultural y política; con la construcción del ferrocarril, primero, y del canal después, se aceleró nuestra identidad como punto de encuentro económico, comercial, financiero, cultural, racial y político.

Esa diversidad nacional nos ha hecho, como país, particularmente sensibles a la diversidad internacional, y así lo hemos expresado en nuestra política exterior en algunos momentos culminantes, como fue la convocatoria universal a esta próxima Cumbre de Las Américas. Hay, en ese sentido, una continuidad entre el Congreso Anfictiónico convocado por Bolívar en 1926, la Cumbre continental que se realizó en nuestro país en 1956, en la conmemoración del 130 aniversario del Congreso Anfictiónico, y esta VII Cumbre de Las Américas.

Con motivo de la Cumbre, la CEPAL ha preparado un documento, “Espacios para la cooperación en Las Américas”, que además de hacer un repaso de las articulaciones económicas en el continente, rescata dos elementos que desafían la voluntad de nuestros dirigentes para que sean capaces, en medio de la diversidad política, de avanzar hacia mayores formas de cooperación. En primer lugar, la CEPAL rescata el valor económico de la proximidad geográfica. En segundo lugar, ilustra el potencial de complementariedad entre los países del continente, que tienen ya mayor comercio intraindustrial entre América Latina y el Caribe con Estados Unidos y Canadá, que el existente entre nuestra región y Asia, por ejemplo.

Y como el Presidente Varela lo ha destacado en tantas ocasiones, tenemos que materializar el valor económico del hecho, en medio de nuestra diversidad política, de que somos la mayor zona de paz del planeta, y no hay en nuestro continente las diferencias e intolerancias culturales, raciales y religiosas que lamentablemente desgarran a otras regiones. Revisando la agenda de este Foro me doy cuenta que ustedes tendrán en cuenta los anteriores elementos, y pasaran revista a la arquitectura multilateral de nuestros países, en el contexto del entorno internacional. Les agradecemos que se hayan propuesto entre los propósitos del Foro contribuir a la realización de la VII Cumbre de Las Américas, y reiteramos nuestro compromiso, como anfitriones, de trasladar sus reflexiones y conclusiones a las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de Las Américas. Muchas gracias.