Desde la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), celebramos la labor que el AIPR ha venido desarrollando como Secretaría Técnica de la Red Latinoamericana para la Prevención del Genocidio y Atrocidades Masivas desde el año 2012, y los felicitamos y acompañamos en la inauguración de su nueva filial en Buenos Aires.
La sociedad civil juega un rol clave en la promoción de la Responsabilidad de Proteger así como en alentar a los gobiernos a desarrollar sus propias capacidades para proteger a las poblaciones y fomentar la voluntad de actuar de manera preventiva frente a posibles atrocidades masivas. Ese fue el panel organizada conjuntamente por el CARI y la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES) analizó las acciones posibles de la sociedad civil en el hemisferio.
A continuación de la reunión del Programme Steering Committee (PSC) de GPPAC, se realizó una reunión por parte del departamento de Comunicaciones para discutir aspectos fundamentales relacionados con la proyección externa de la red global, y los mensajes que se transmiten en el marco de entrevistas y actividades llevadas a cabo con distintos actores (otras organizaciones no gubernamentales, representantes de gobiernos, organismos internacionales, organizaciones inter-gubernamentales, los medios de comunicación, los donantes, etc.). Dada la diversidad cultural que existe al interior de la red, las diferentes iniciativas que desarrollan sus miembros, los distintos niveles en los que se relacionan, es, en ocasiones, muy difícil alcanzar un mensaje único para presentar de forma clara, corta, precisa y efectiva, a la red y su amplitud de esfuerzos.
A mediados del mes de octubre, los miembros del PSC se reunieron en la sede de la Secretaría Global en La Haya, Países Bajos, con el propósito de avanzar en la definición del nuevo Plan Estratégico de la red para el período 2016-2020.
In light of these ongoing challenges, and as a follow-up to its 16 April 2014 Resolution 2150 calling upon states to prevent genocide and other serious crimes, the Security Council adopted Resolution 2171, voicing its commitment to “considerand use the tools of the UN system to ensure that warning signals about potential conflicts trigger early, concrete preventive action.”
The 20th anniversary of the Rwandan genocide offers an opportune moment to reflect on the horrific events of 1994, and honor the countless victims and survivors who still carry the collective trauma of mass murder. Remembering these deliberate efforts to extinguish an entire ethnic community should not only give us pause, but also encourage our atrocity prevention community, including humanitarian and peace organizations around the world, to rethink how such failures of humanity can guide us forward, beyond «Never Again» slogans.