Andrei Serbin Pont – La Responsabilidad de Legitimar: Rusia, Georgia y Crimea

9 marzo 2014

_73346962_021393288-1

 

 

 

 

 

(English Version Available Here)

Andrei Serbin Pont*

La Guerra de Agosto, mejor conocida por muchos como la guerra entre Georgia y Rusia de 2008, se convirtió en su momento en el foco de la atención internacional. El gobierno ruso, que era cuestionado fuertemente por la comunidad internacional por la supuesta  ilegalidad de sus acciones, actuó astutamente al utilizar términos y herramientas discursivas de conceptos que venían desarrollándose dentro de la ONU, como la responsabilidad de proteger, para legitimar sus acciones en Georgia.

El concepto de responsabilidad de proteger comenzó a cobrar auge a partir del Informe de la Comisión Internacional sobre Intervención y Soberanía de los Estados(ICISS), titulado “La responsabilidad de proteger” que apuntaba a dar respuestas sobre cómo debería la comunidad internacional reaccionar y como debería reconciliar el respeto por los derechos soberanos de los Estados con la necesidad de actuar ante violaciones masivas de los derechos humanos y del derecho humanitario, teniendo como enfoque prioritario las  necesidades de las víctimas de violaciones de derechos humanos, y la responsabilidad de los Estados ante estas violaciones. En primera instancia esta responsabilidad recae en el Estado donde estos hechos están ocurriendo, y ante la incapacidad o la negación de solucionar dichas violaciones por parte del Estado, la responsabilidad recae en comunidad internacional.

Durante el conflicto entre Georgia y Rusia el canciller ruso Sergey Lavrov argumentó:

“Bajo la Constitución el Presidente está obligado a proteger la vida y la integridad de los ciudadanos rusos, en especial cuando se encuentran en un conflicto armado. Y hoy ha reiterado que la operación de fortalecimiento de paz va a fortalecer la paz sobre una de las partes que violó sus propias obligaciones hasta que esta cumpla sus resultados. En concordancia con nuestra Constitucióntambién existe la responsabilidad de proteger – término ampliamente utilizado en las Naciones Unidas cuando se ven problemas en África u otras regiones lejanas. Pero esto no es África para nosotros, esto es al lado. En esta área, donde viven ciudadanos rusos. Entonces la Constitución de la Federación Rusa, las leyes de la Federación Rusa, hacen inevitable que nosotros ejerzamos la responsabilidad de proteger.”

La afirmación del canciller ruso es explícita en la utilización de términos como “obligación”, “protección”, y “responsabilidad de proteger”, apelando claramente a la terminología presente en documentos como el informe de la ICISS. El gobierno Ruso fue muy hábil al utilizar esta terminología en varias ocasiones con el objetivo de legitimar sus acciones en Georgia, aunque especialistas en el tema como Gareth Evans consideran que el concepto no era aplicable al caso de Georgia.

Según Evans hay tres razones principales por la que el concepto de responsabilidad de proteger no se aplica al caso de Georgia. Primero es que “la protección de ciudadanos rusos” no es parte de la racionalidad de la responsabilidad de proteger, ya que nubla la distinción entre la responsabilidad del Estado de protegera poblaciones dentro de sus fronteras y las responsabilidad del Estado por sus poblaciones más allá de sus fronteras. En segundo lugar, aun si fuese aplicable la responsabilidad de proteger al caso de Osetia del Sur y Abjasia, no se demostró la existencia de una amenaza a esas poblaciones que justificara la intervención militar. Y en tercer lugar, la falta de aprobación por parte del Consejo de Seguridad de la ONU priva toda autoridad legal para justificar una intervención.

La reciente intervención rusa en Crimea sumo un nuevo casodel empleo de esta estrategia por parte de Rusia, ya que nuevamente evoca a la terminología y conceptos presentes en la responsabilidad de proteger para legitimar su intervención militar. La Duma rusa declaro recientementeque el Presidente Putin ha sido autorizado a “usar todos los medios disponibles para proteger a la gente de Crimea de la tiranía y la violencia”, mientras que el canciller ruso Lavrov afirmo: “estamos hablando de la protección de nuestros ciudadanos y compatriotas, de la protección de sus derechos humanos fundamentales”.

A pesar de los intentos rusos de legitimar sus acciones ante la comunidad internacional, y buscarles algún sustento legal, la argumentación central de Gareth Evans en el caso de Georgia se aplica nuevamente. Rusia está actuando bajo la premisa de la defensa de sus ciudadanos en el exterior, sin demostrar la existencia real de una amenaza a los mismos, y sin ningún tipo de resolución del Consejo de Seguridad que autorice dichas acciones. Pero poco parece importarle a Rusia la solidez de su argumentación jurídica, sino más bien su peso discursivo y su impacto sobre la opinión popular. Desde esta perspectiva, Rusia tiene las de ganar, a medida de que los medios mundiales contrastan la acción rusa con la doble moral norteamericana en términos de intervención internacional.

Finalmente, debemos señalar lo preocupante de este empleo del concepto de responsabilidad de proteger, que solo suma más puntos negativos a una herramienta crucial para la protección de los derechos humanos alrededor del mundo y que con los casos de Libia y Siria, así como la inacción en varios países Africanos, se ve cada día más debilitado.

*Analista internacional y Coordinador de Investigaciones de CRIES, especializado en política exterior, defensa, seguridad y derechos humanos.